Maridaje de vinos
El maridaje de vinos podría ser uno de los temas más controvertidos en este sector, ya que en los últimos años, el auge de las bodegas e incremento de variedades de vinos lo ha complicado bastante. Realmente, este término hace referencia a la combinación adecuada de los caldos con un determinado alimento.
En este sentido, cabe destacar que las tradiciones culinarias han evolucionado en las últimas décadas, de hecho, los restaurantes en León incluyen en sus cartas nuevas apuestas por la cocina de vanguardia y fusión. El sumiller sería la persona encargada de encontrar la combinación más acertada para ofrecer una oferta tentadora. El objetivo principal es crear nuevas sensaciones y sabores que agraden al paladar.
Cómo lograr un buen maridaje
Hay ciertas reglas que son muy simples para elegir el vino adecuado en caso de no tener un profesional que pueda asesorar al respecto. A continuación, se sugieren estas recomendaciones.
Sinergia y empatía entre el plato y el vino
La armonía y el equilibrio son aspectos claves para que un alimento y el vino ofrezcan un buen sabor. Si el olfato percibe que se complementan desde el punto de vista aromático, estamos ante un claro indicador de que se está tomando una decisión acertada.
Conocer los vinos y sus sabores
Los vinos pertenecen a diferentes familias olfativas, por lo que si se tiene conocimiento sobre el perfil aromático y se siguen las etapas de una degustación a través de la vista, nariz y boca, será más fácil la elección.
Por ejemplo, una salsa boloñesa podría acompañarse perfectamente con un aroma a frutos rojos. En la lengua están las papilas gustativas y estas son capaces de percibir cinco sabores. Todos ellos están presentes tanto en los alimentos como en los diferentes caldos.
La importancia de los taninos
Realmente, los taninos son muy agradables, pero un gran número de personas prefiere enmascararlos para que el vino resulte mucho más suave. La sal puede llegar a ocultarlos, pero al mismo tiempo, también logra que el vino se sienta mucho más refrescante y afrutado. En el caso de que el plato sea algo salado, lo mejor es elegir un vino con mayor acidez.
El quinto sabor
Debes saber que el unami es conocido como el quinto sabor y se asocia a la cocina asiática. Muchos alimentos fermentados como los champiñones o ciertos quesos como el parmesano son el mejor reflejo de ello.
Uno de los mayores riesgos de este sabor es que los taninos sean más duros porque empujan la acidez hacia arriba. En este caso, queda muy bien un vino con ese gusto.
Tipos de maridaje
Saber potenciar los sabores de los platos y los vinos puede ser posible gracias a los tipos de maridaje. Lo más habitual en la cocina es emplear estos caldos:
- Los vinos generosos son perfectos para los entrantes, entremeses o aperitivos.
- Los vinos blancos secos con poco cuerpo se recomiendan para acompañar a los alimentos del mar como los moluscos, langostas, pescados, gambas y ostras.
- Los vinos blancos secos son ideales para el jamón, algún pescado y marisco, así como ciertas carnes.
- Los vinos tintos reserva y crianza se aconsejan para degustar guisos, quesos fuertes, estofados o legumbres. Sin lugar a dudas, un buen tinto es ideal para la carne de caza.
- Finalmente, los vinos dulces son los mejores para acompañar los postres, los hojaldres y los chocolates.
No obstante, hay otras combinaciones y variantes capaces de crear contrastes y ofrecer texturas y sabores espectaculares. No cabe la menor duda de que el maridaje de vinos es todo un arte y un verdadero desafío para los amantes de este mundo, así como la gastronomía en general.